Par Biomagnético: introducción clara al magnetismo aplicado a la salud
El Par Biomagnético propone el uso de imanes en pares y puntos concretos del cuerpo para favorecer el equilibrio interno. En esta guía encontrarás un repaso histórico, la idea del pH, el rol de la Kinesiología y cómo integramos este enfoque de forma responsable en consulta.

1) Una historia breve del magnetismo
Desde la “piedra de Magnesia” hasta Mesmer y las investigaciones modernas sobre campos electromagnéticos, el magnetismo ha acompañado a la salud y a la ciencia con luces y controversias. La idea de que polos diferentes producen efectos distintos en sistemas vivos aparece repetidamente en la literatura histórica.
Ver hitos históricos
- Relatos clásicos y renacentistas sobre usos terapéuticos de imanes (Aristóteles, Galeno, Paracelso). :contentReference[oaicite:4]{index=4}
- Mesmer y el “magnetismo animal” (siglo XVIII). :contentReference[oaicite:5]{index=5}
- Trabajos sobre efectos diametrales de polos magnéticos en seres vivos. :contentReference[oaicite:6]{index=6}

2) Qué es el Par Biomagnético y por qué importa el pH
En 1988, Isaac Goiz Durán formula el Par Biomagnético: la hipótesis de que existen pares de puntos donde un polo tiende a lo ácido y otro a lo alcalino; actuar sobre ambos con imanes ayudaría a normalizar el entorno local (pH) y a hacerlo menos favorable para ciertos patógenos. :contentReference[oaicite:7]{index=7}
La escala de pH (Sørensen, 1909; popularizada por Michaelis en 1914) establece 7 como neutro, y 1–14 como extremos de acidez/alcalinidad; hoy es referencia en múltiples áreas biomédicas. :contentReference[oaicite:8]{index=8}
Cómo se entiende un “par”
El modelo describe dos ubicaciones específicas y complementarias que tenderían a polaridades opuestas; colocar imanes en ambos puntos buscaría favorecer el equilibrio del entorno biológico. :contentReference[oaicite:9]{index=9}
3) Kinesiología: escuchar al cuerpo
La Kinesiología utiliza el test muscular para detectar prioridades y desequilibrios: una forma práctica de “preguntar” al cuerpo qué necesita y en qué orden intervenir. En consulta, ayuda a decidir dónde y cómo colocar los imanes dentro de un abordaje personalizado. :contentReference[oaicite:10]{index=10}

4) Cómo es una sesión en Ajuste Óptimo
- Escucha + historia: motivo de consulta, hábitos y objetivos.
- Evaluación: postura, respiración, movilidad y test muscular.
- Aplicación: colocación de imanes (polaridad/tiempo) y re-chequeo.
- Plan: pautas simples de autocuidado y seguimiento.
5) Evidencia y límites (lo que sí y lo que no)
Tu guion recoge menciones históricas y estudios con resultados prometedores en síntomas como dolor crónico, ansiedad o fatiga, y subraya que la evidencia es heterogénea y en evolución; por eso lo integramos como terapia complementaria, sin prometer curas y con criterios de seguridad/derivación. :contentReference[oaicite:11]{index=11} :contentReference[oaicite:12]{index=12}
6) Preguntas frecuentes
¿Es seguro?
Es un enfoque no invasivo. Evitamos imanes en marcapasos y seguimos criterios de sentido común; si hay señales de alerta, derivamos. :contentReference[oaicite:13]{index=13}
¿Cómo decide el terapeuta dónde colocar imanes?
Por evaluación global y test muscular (Kinesiología), ajustando polaridad y tiempos según respuesta. :contentReference[oaicite:14]{index=14}
¿Qué papel tiene el pH?
El modelo plantea que normalizar zonas con pH alterado desfavorece patógenos y favorece el equilibrio local. :contentReference[oaicite:15]{index=15}
7) Reserva una evaluación
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